La historia nos cuenta que este delicioso postre realmente nos cayó del cielo, al nacer en un convento español de las manos de las monjas que allí habitaban. Originalmente se prepara a base de yemas de huevo, azúcar y agua. Al extenderse por otras regiones la receta fue variando un poco, así como la manera en que se acompaña, albaricoques, coco tostado, dulce de leche o crema batida.
De todas maneras este postre es muy suave, cremoso y adictivo, y lo mejor de todo fácil de preparar. ¡Que lo disfruten!
Ingredientes:
Caramelo
200 g Azúcar blanca
Agua hasta apenas cubrir el azúcar en la olla.
Aparejo
6 Huevos
100 g Azúcar blanca
1 cda Extracto de vainilla
400 ml Leche evaporada
100 ml Leche entera
50 g Coco rallado
1 ramita Canela
Procedimiento:
En una olla de fondo grueso colocar el azúcar con el agua y cocinar hasta obtener un caramelo dorado medio (no oscuro)
Verter el caramelo sobre el molde y mover hasta cubrir todo el fondo y las paredes. Reservar en el refrigerador.
Baño maría: Preparar una bandeja en el horno con 2 dedos de agua aproximadamente y colocar un papel absorbente doblado por la mitad en la base.
Pre-calentar el horno a 160ºC
En una olla calentar la leche con la mitad del azúcar y hacer una infusión con la ramita de canela. Dejar que llegue a hervor y apagar.
Colocar en un bol los huevos, agregar el resto del azúcar y la vainilla, batir con un batidor globo.
Sacar la ramita de canela de la leche y agregar poco a poco la leche sobre los huevos, batiendo constantemente, una vez integrada, reservar.
Con ayuda de un colador finito, colar la preparación sobre el molde, agregar el coco rallado, tapar el molde con papel aluminio y colocar en el baño maría.
Horno: Cocer a baño maría con papel absorbente en la base. 160º - 90 minutos
