New York Cheesecake
Actualizado: 1 jun 2020
El primer registro que hace mención a la tarta de queso viene del año 4000 a. C. aunque no será hasta el nacimiento de Marcus Porcius o Cato "el viejo", cuando se popularice la receta en uno de sus libros de cocina romana, llamados "De Agricultura", durante el desarrollo de los Juegos Olímpicos griegos.
La adición del queso crema a la receta no llegó hasta 1872, cuando un fabricante quesero de Nueva York trataba de reproducir una variedad de queso francés y por casualidad obtuvo un queso suave y cremoso que años más tarde distribuyó, envuelto en papel aluminio y comercializado en tiendas locales bajo el nombre de Philadelphia Cream. En 1928 la Compañía Kraft compró esta pequeña fábrica y al día de hoy su delicioso queso crema sigue vendiéndose.
El cheesecake es desde principios del siglo XX un ícono dulce para los neoyorquinos, donde cada cafetería presume su propia versión de este pastel, aunque la autoría de la versión original se le atribuye a Arnold Reuben, un joven alemán que llegó a Estados Unidos para dedicarse a la restauración y que tras ser invitado a una cena donde probó una tarta de queso muy especial no paró hasta conseguir su propia versión, y así nació el cheesecake neoyorquino.

Ingredientes
En mi casa somos 3, así que yo hice 1/3 de la receta original, que me sirvió exacto para rellenar un aro de 16 cm de diámetro (4 -5 porciones pequeñas). Si quieren hacer un cheesecake de tamaño normal con 8-10 porciones, simplemente multipliquen todas las cantidades por 3 (menos los huevos, esos se los detallo abajo).
Crust:
38 g Mantequilla (a temperatura ambiente)
42 g Azúcar blanca
1 und Yema de huevo (Para la versión de cheesecake grande utilizar 2 unidades)
4 ml Vainilla
52 g Harina sin preparar
Pizca Sal
Relleno:
530 g Queso crema Philadelphia
188 g Azúcar blanca
21g Harina sin preparar
2 und Huevo (Para la versión de cheesecake grande utilizar 5 unidades)
80 ml Yogurt griego natural (sin azúcar)
1/2 cucharadita Vainilla
Procedimiento:
1. Crust: Con un batidor globo cremar la mantequilla junto con el azúcar hasta que tenga un tono pálido y con una textura cremosa. (Yo trabajé manualmente ya que la cantidad es muy poca, pero si hacen el cheesecake grande pueden utilizar la batidora eléctrica).
Agregar la yema, continuar batiendo, agregar la vainilla, batir. Tamizar la harina junto con la sal y agregar a la preparación. Mezclar hasta que se forme una masa pero que aún se vea arenosa.
Pre calentar el horno a 180ºC / 350ºF.
2. Preparar el aro: Forrar la base con papel aluminio hasta las paredes, yo hago 3 capas para asegurarme que quede bien sellado.
Colocar con ayuda de una cuchara o de una espátula la masa del crust en la base del aro, emparejar para que toda la base quede del mismo grosor.
Congelar durante 15 minutos. Pasado este tiempo hornear durante 12 - 15 minutos o hasta que tenga un color dorado. Dejar sobre una rejilla hasta que lo vayamos a utilizar.
3. Relleno: Colocar el queso crema en la batidora y con la paleta, batir el queso durante unos 3 minutos, hasta que el queso se vea cremoso y suave. Con una paleta de silicona limpiar los bordes y el fondo del bowl para evitar que quede queso sin batirse.

En un bowl pequeño mezclar el azúcar con la harina. Bajar la velocidad de la batidora y agregar poco a poco esta mezcla al queso, batir hasta integrar completamente. Agregar los huevos, 1 por 1 y finalizar con el yogurt y la vainilla, de nuevo batir hasta integrar completamente.

4. Verter el relleno de queso crema en el molde, sobre la base horneada y colocar el molde en un baño maría, asegurandose que el agua cubra hasta la mitad de la pared del molde del cheesecake.


Horno:
180ºC / 350ºF durante 45 minutos.
160ºC / 325ºF durante 30 minutos, o hasta que el cheesecake tenga un color dorado en su superficie pero que al moverlo aún se tambalee en el centro.
Apagar el horno y dejar reposar el cheesecake adentro, con la puerta entre abierta durante 1 hora.

Retirar del baño maría y colocar sobre una rejilla hasta que se enfríe por completo.
Refrigerar durante 6 horas o durante toda la noche antes de desmoldar.
Para desmoldar, pasar un cuchillo por el borde, sacar el papel aluminio de la base y dejar caer lentamente el cheesecake sobre el plato donde lo presentaremos.
El New York cheesecake se puede comer así, tal cual, sin mermelada, sin embargo lo podemos bañar con alguna mermelada de fresa, o de la fruta que prefieran, salsa de caramelo, de chocolate, etc.!